Se pasan el tiempo charlando sin más..
De un libro de cuentos
Erase una vez un hombre muy viejo que,
dado que no tenía demasiado que hacer, se iba a pescar a un lago. Erase una vez
un niño muy pequeño que tampoco tenía demasiado que hacer y se iba a pescar al
mismo lago. Un día los dos se encontraron lado a lado mientras pescaban y, en
el mismo instante, sintieron aquel tironcito que indica que un pez ha mordido
el cebo. El niño tiró con fuerza y precisión. El viejo empleó más precisión y
menos fuerza. Sin embargo cuando surgieron los respectivos peces, la decepción
fue grande. ¡El pez del niño era más viejo, y el del viejo muy joven! El viejo
le dijo al niño:
-¡No puedes pescar ese pez tan viejo! Déjale que viva lo poco que le queda de vida.
El niño contestó:
-¿Y qué vas hacer con ese pez tan joven? Es tan pequeño… ¡Déjale que viva un poco más!
El viejo y el niño se miraron y, sin pérdida de tiempo, echaron los peces de nuevo al lago, saludan a los peces y se pasan el tiempo charlando sin más...
-¡No puedes pescar ese pez tan viejo! Déjale que viva lo poco que le queda de vida.
El niño contestó:
-¿Y qué vas hacer con ese pez tan joven? Es tan pequeño… ¡Déjale que viva un poco más!
El viejo y el niño se miraron y, sin pérdida de tiempo, echaron los peces de nuevo al lago, saludan a los peces y se pasan el tiempo charlando sin más...
De un libro de cuentos
28 de agosto del 2008
1 comentario:
Buen artículo.
Un saludo,
Óscar
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