Era un burro diferente. No era cuadrado ni un burro de carga, y tampoco un burro sin rabo, sino que era un burro inteligente. La gran ambición de ese burro era comer como las personas, o sea, sentado. Un burro sentado en un restaurante es cosa de locos, pero ¡ese burro estaba muy loco! Se empeñó en ir a un restaurante y portarse como la gente inteligente. Apenas se hubo sentado, el burro empezó hablar, para maravilla y estupefacción de todos los presentes, que querían saber cuál era la dieta del burro. En seguida se hizo famoso. Invitado a todas las cenas, siempre sentado a la mesa, hablaba sobre su plato preferido: la alfalfa. Y causaba impresión. Tanta causó que, después de algunos meses, las personas de aquel lugar pasaron a comer alfalfa. El burro, siempre sentado, enseñó entonces a las personas a comer como los burros. Las personas se abajaron y pasaron a comer a cuatro patas, y el burro, siempre sentado, se divirtió mucho y dijo:
>> ¡Anda, qué burros sois!>>
Las personas conmovidas,
le dieron las gracias muy contentas….
Lo copié
1/05/08 1:21