Como ondas cerebrales,
las ondas en el agua electrificaron mi cuerpo,
la virtud de las algas adornaron mi silueta
dejando penetrar en mi un intenso aroma a océano.
El instante pervirtió mis pensamientos.
¿Que de la cordura mía?
¿Que de la razón?
Saboree de mis manos el cristalino liquido...
¡sal, sal mucha sal!
y un temblor recorrió toda mi espina dorsal.
Ante el sonido persistente del oleaje mis oídos se dejaron seducir;
el sonido de las aves,
el sonido de los latidos de mi corazón.
El sol hacia brillar el ambiente
laceraba mis poros con un mágico calor
capaz de transformarse en muerte.
Los instantes allí parecieron eternos
pareciera yo pez lleno de dicha por conquistar profundidades
Suelto cadenas, risa estruendos
y mi alma comenzó a elevarse ante la inmensidad del cielo.
Mis alas se abrieron llenándose de aire,
la brisa marina
maltrataba mis ojos
la velocidad sorprendió a mi cuerpo
llenando de éxtasis todo mi ser.
A la distancia un cuerpo de agua
atesorando mi cuerpo.
A la distancia un ser petrificado de placer
Mis alas desplegadas arrullando experiencias
la sonrisa en mi rostro procreando razones...
El océano lleno todos los porque
mi alma jugueteaba con la libertad,
y de pronto la realidad vomitando en la razón
la verdad de mi posible muerte,
tratando de enlazar de nuevo mi alma con mi cuerpo.
Un color azul gris llenó mi cordura
haciendo que mis alas viraran para regresar...
El latido del cuerpo de nuevo lleno mis oídos,
la palidez del rostro se emancipó
Un cuerpo bañado en algas solicitó respiros
dejando que el diafragma se saturada del vital oxigeno...
Las ondas del agua electrificaron mi cuerpo
Un respiro profundo me volvió en si...
Que espectacular momento enjuga mis sienes.
Que libertad de ser de alma de mar.
las ondas en el agua electrificaron mi cuerpo,
la virtud de las algas adornaron mi silueta
dejando penetrar en mi un intenso aroma a océano.
El instante pervirtió mis pensamientos.
¿Que de la cordura mía?
¿Que de la razón?
Saboree de mis manos el cristalino liquido...
¡sal, sal mucha sal!
y un temblor recorrió toda mi espina dorsal.
Ante el sonido persistente del oleaje mis oídos se dejaron seducir;
el sonido de las aves,
el sonido de los latidos de mi corazón.
El sol hacia brillar el ambiente
laceraba mis poros con un mágico calor
capaz de transformarse en muerte.
Los instantes allí parecieron eternos
pareciera yo pez lleno de dicha por conquistar profundidades
Suelto cadenas, risa estruendos
y mi alma comenzó a elevarse ante la inmensidad del cielo.
Mis alas se abrieron llenándose de aire,
la brisa marina
maltrataba mis ojos
la velocidad sorprendió a mi cuerpo
llenando de éxtasis todo mi ser.
A la distancia un cuerpo de agua
atesorando mi cuerpo.
A la distancia un ser petrificado de placer
Mis alas desplegadas arrullando experiencias
la sonrisa en mi rostro procreando razones...
El océano lleno todos los porque
mi alma jugueteaba con la libertad,
y de pronto la realidad vomitando en la razón
la verdad de mi posible muerte,
tratando de enlazar de nuevo mi alma con mi cuerpo.
Un color azul gris llenó mi cordura
haciendo que mis alas viraran para regresar...
El latido del cuerpo de nuevo lleno mis oídos,
la palidez del rostro se emancipó
Un cuerpo bañado en algas solicitó respiros
dejando que el diafragma se saturada del vital oxigeno...
Las ondas del agua electrificaron mi cuerpo
Un respiro profundo me volvió en si...
Que espectacular momento enjuga mis sienes.
Que libertad de ser de alma de mar.
http://www.netlog.com/Ocean_93 13/06/2007 00:26